Las prácticas restaurativas pueden ser ampliamente entendidas como prácticas fundamentales para el desarrollo y que orientan las interacciones día por día de una comunidad (escuela, salón de clases) y en respuesta a las situaciones de mala conducta, conflictos u otras dificultades. Construir comunidad en el salón de clases y en la escuela ayuda a crear un clima de respeto y solidaridad, al tiempo que las prácticas de apoyo necesarias cuando se ha hecho daño. Los valores que ciñen las prácticas restaurativas de: inclusión, respeto, responsabilidad mutua y la rendición de cuentas, son congruentes con los programas que enseñan el aprendizaje socioemocional (SEL, por la sigla en inglés), el apoyo en el salón de clases y el manejo del comportamiento, como por ejemplo: Apoyos a la Intervención y al Comportamiento Positivo (PBIS, por la sigla en inglés), salón de clases sensible, diseño evolutivo y tribus y la visión común de estos esfuerzos ofrece los cimientos para nuestro trabajo restaurativo el cual es sensible por naturaleza.
You are here